Resulta algo difícil traducir en palabras las piezas conceptuales que llevan al desarrollo del proceso creativo. En mi caso la evolución del trabajo en gran medida es dirigida desde la obra misma es ella la que va indicando el camino a la resolución. La idea global es experimentar con el abstracto en función de evocar una atmósfera, sintonizar con un estado emocional que es único para cada espectador, de esta forma las obras plantean una lectura abierta particular a cada mirada. Siendo todos los puntos de vista válidos, lo importante es experimentar verdaderamente con una instancia introspectiva independiente.
En principio al desarrollar los collages no esperaba conectar con otras personas a través de ellos, son producto de un diálogo personal que para mi es vitalmente necesario, el proceso ha estado carente de objetivos comunicacionales establecidos a nivel consciente pero creo que a nivel inconsciente hay una intencionalidad que entrega orden a la composición, generalmente luego de terminar un trabajo afloran las respuestas. He querido conservar esta forma de trabajo que es natural porque pienso me da la libertad necesaria.
Definir un marco conceptual tal vez signifique delimitarlo es decir cristalizarlo sin permitirme tomar un giro diferente en el camino, limitar el flujo creativo. Esta idea es muy personal de igual forma puede que cambie con el tiempo. Lo comento porque es lo que he ido aplicando hasta el momento.
Otra idea del proceso es la inclinación a desobedecerme a mi misma, por explicarlo de alguna manera, una forma de derribar estructuras, límites propios y abrir el camino a algo nuevo. Me pasa cuadro descubro un nuevo material o color y me digo inicialmente, si pero es muy fuerte o evoca algo diferente y luego pienso, aplícalo tal vez te lleve a un lugar que te sorprenda, y es así como ese color o material lo termino aceptado e integrando de manera que forme parte de mi iconografía propia, es el paso necesario para llegar a encontrarse con la sorpresa de algo nuevo.